Surgen criaturas del contexto. Alguien susurra un poema a medianoche. La voz de fondo, su voz sonando. Aunque no alcances a comprender el alcance de sus palabras. Una voz inabarcable y suave. La frialdad frecuenta el baile del minuto final, te marca una muesca más en la memoria. Escribes lo que aún está por llegar, reescribes y descubres lo que la voz querría recitar: el ritmo, la imagen, fundidos.